Por Gustavo Rentería
¿Alguna vez ha pensado qué pasaría si perdiera la vida? Sí, le estoy preguntando, respetado lector, ¿qué sucedería con sus hijos, pareja, padres, empresa y todo lo que le rodea?
En primer lugar quiero ofrecerle una disculpa amplia por la provocación, pero si sigue leyendo estas líneas, he captado su atención, para que imagine ¿qué sucedería con la desaparición física de Xóchitl Gálvez o Claudia Sheinbaum?
Obviamente nos veríamos envueltos en un problemón de ingobernabilidad, que vendría acompañada de un desastre económico de dimensiones catastróficas.
Debo señalar que no lo deseo, no lo quiero ni lo sugiero, pero ¿cuál sería el plan B de los opositores y el ofícialismo?
El artículo 82 de la Constitución Política establece que se requiere para ser Presidente: ciudadano mexicano por nacimiento, hijo de padres mexicanos, haber residido en el país al menos 20 años; tener 35 años cumplidos; haber residido en el país, al menos el año anterior al día de la elección; no pertenecer al estado eclesiástico; no pertenecer al Ejército 6 meses antes de la elección; no ser secretario o subsecretario, fiscal de la República, ni titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, mal menos de que se separe de su puesto 6 meses antes de la elección y no estar en alguna de las causas de incapacidad establecidas en el artículo 83.
Ningún gobernador, subsecretario o secretario podría salir al quite, porque tendrían que haber renunciado a sus cargos, el 1 de diciembre de 2023.
A Xóchitl podría sustituirlo, Enrique de la Madrid o Beatriz Paredes. A Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o Adán Augusto López Cárdenas. Muchos decían que el bateador emergente podría ser Alfonso Durazo, pero ya está imposibilitado. Y de la otra esquina, Mauricio Vila o Diego Sinhué. Tampoco pueden.
Cuando mataron a Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, se pensó luego luego en los posibles, pero la mayoría estaban imposibilitados por el artículo 82 de la Carta Magna. Aunque los amigos y seguidores de Pedro Aspe corrieron el rumor de que él sería, tenía la imposibilidad constitucional. De igual manera Emilio Lozoya (Energía) y Emilio Gamboa (SCT).
Otros promovieron a Fernando Ortiz Arana, líder del PRI. Y otros más a Fernando Gutiérrez Barrios, ex titular de Gobernación. Hay quienes se atrevieron a proponer, de manera absurda, al “hermano incómodo”, Raúl Salinas de Gortari.
Salinas decidió que fuera Ernesto Zedillo, ex secretario de Educación Pública. Para unos, el gran traidor del PRI que otorgó el poder al PAN (en el año 2000, cuando declaró ganador a Vicente Fox) y el creador del Fobaproa; y para otros, el gran líder que sacó adelante al país en medio de la peor crisis política y financiera de los últimos 80 años.
El 5 de junio de 2014, escribió en la entonces red social Twitter, Andrés Manuel López Obrador, el gran líder de la oposición: “existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo, ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad.
Parafraseando al hoy Presidente. Ni lo creo, ni lo deseo, pero si llegara a faltar Xóchitl o Claudia, los posibles, de uno y otro bando serían: Enrique de la Madrid o Beatriz Paredes y Marcelo Ebrard o Adán Augusto López.
Con Valor y Con Verdad.-Este domingo, a las 19 horas, presentaremos el tercer noticiero de www.alcaldesygobernadores.mx. No se lo pierda. Charlaré con Enrique Vargas, líder del PAN en el Estado de México, que bajo todas las fórmulas posibles, será senador de la República. También platicaré con Cynthia López Castro, la tricolor que quiere llegar al Senado, representando a la CDMX….La derecha española está moralmente derrotada: el novio de la presidenta de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuzo, está denunciado por defraudación fiscal…Sostengo que hay muy pocos votantes “switch” y que muy pocos también no han decidido su voto; es decir, a estas alturas del partido: estás con AMLO o lo odias; quieres que siga la 4T o quieres que se vayan. Así de simple.
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
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