Por: Yurisha Andrade Morales
Estamos con procesos electorales concurrentes, en el ámbito federal como en el de las 32 entidades federativas; más de 20 708 cargos en disputa, en un año donde las protagonistas centrales son mujeres, pues existe la posibilidad de que, por primera vez, México tenga una mujer presidenta, además de más gobernadoras y congresos y ayuntamientos integrados en paridad de género.
Con un entorno nacional donde se despliegan las campañas, el viernes pasado, 8 de marzo, vivimos múltiples expresiones alusivas al día internacional de la mujer para no olvidar las luchas de miles de mujeres por lograr el reconocimiento y respeto a nuestros derechos políticos, por erradicar la violencia que nos aqueja en todas sus modalidades y por lograr la democracia sustantiva. Ha sido un camino pleno de logros y de evidencias sobre lo que aún falta por conseguir.
Fue en este marco que la Asociación Civil “Tradiciones Unidas por México”, integrada el 4 de agosto de 2016, fecha en la que oficialmente se presentó el proyecto y se dio a conocer el hermoso logotipo que hoy la distingue condensando los principales objetivos que se persiguen con su creación, organizó un espléndido conversatorio en nuestra ciudad capital, para conocer los testimonios de mujeres que participan en la conservación y visibilización de diversas actividades culturales, en particular de tradiciones ligadas a nuestra historia como la tauromaquia, charrería, gallería, jaripeos, carreras de caballos, rodeos y exposiciones de caballos bailadores.
Justo es reconocer el esfuerzo de Marbella Romero, Secretaria General de la Asociación, por la magnífica organización de un evento, que nos permite reflexionar sobre la importancia de que todas y todos apoyemos la preservación de estas costumbres y tradiciones que nos dan identidad y que se amalgaman en la historia de nuestra nación que es, a la vez, pluricultural y diversa, donde las mujeres formamos parte esencial.
Nuestro propósito y responsabilidad es mantenerlas vivas, vigentes, difundirlas y transmitirlas a las nuevas generaciones, para que nunca se pierdan. Sobre todo, para que más mujeres se sumen, se desarrollen en estas tradiciones que son parte de nuestra idiosincrasia y cultura y, de las que hoy podemos decir, que son definitorias de nuestra mexicanidad. En lo personal tuve la oportunidad de compartir una experiencia de vida con caballos bailadores. No me imagino ni quiero ver, un México sin su fiesta brava, sin sus suertes charras, sin sus gallos o sin sus caballos bailadores, su colorido y su música, menos aún, la práctica de esas costumbres sin mujeres.
Agradezco el reconocimiento que me entregaron y lo recibo en nombre de las mujeres que participamos en las instituciones públicas de nuestro país y, de una u otra manera, también participamos en estas actividades de nuestra cultura. Seguiremos esforzándonos por cumplir los objetivos para lograr una vida social más armónica, justa e igualitaria; por erradicar las diferencias, desigualdades y violencia que aún prevalecen; y para crear una democracia cada vez más justa. Gracias a “Tradiciones Unidas por México”, por su contribución para visibilizar lo que las mujeres somos en nuestra sociedad.
Creo, y así lo he sostenido en distintos espacios, en los valores de la democracia y la justicia, en un papel cada vez más activo de las mujeres y en sus capacidades para trascender las cuotas de género y para normalizar la ocupación de responsabilidades públicas con base en nuestros conocimientos y capacidades. Nadie, nunca, nos ha regalado nada, no hay concesiones gratuitas de los hombres o del poder, todo lo hemos conquistado con esfuerzos, por méritos y por derechos. Nos falta mucho por construir, pero es claro que conocemos la ruta para seguir adelante y para no olvidar nuestras costumbres y tradiciones, más aún, para difundirlas y preservarlas con entusiasmo y convicción.
*Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade