Se busca garantizar la entrega al 100 por ciento del último salario obtenido por trabajadoras y trabajadores
Por: Lizbeth Serriteño
Morelia, Michoacán a 16 de febrero 2024.- El pasado cinco de febrero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó una serie reformas, entre ellas, destaca una propuesta para reformar las pensiones de los trabajadores mexicanos, la que pretende desplazar a la que se impulsó y aprobó en el sexenio de Ernesto Zedillo.
Según lo presentado, con ella se busca garantizar la entrega al 100 por ciento del último salario obtenido por trabajadoras y trabajadores incorporados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Si bien, la mayoría de Morena y sus aliados, los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), no cuentan con dos terceras partes para promover cambios constitucionales, en caso de que legisladores de demás partidos dieran su voto en favor, esto traería consecuencias financieras para todo el país.
¿Es viable esta reforma?
En entrevista para Esfera Noticias, Domingo Ruíz López, presidente de la Comisión Fiscal Nacional de COPARMEX, explica que aunque es un buena intención la de dar bienestar a las personas, esto es inviable debido a que generaría fricciones fuertes al presupuesto público.
“Por eso se reformó el sistema de pensiones en México, porque el sistema anterior en donde se aseguraba tener una pensión equivalente al sueldo con el que se había trabajado había sido insostenible”, explicó, apuntando a que se requieren muchas personas trabajando formalmente para lograrlo.
En México, poco más de 32 millones de personas se encuentran en condiciones de informalidad laboral, lo que se traduce a 55,23% de la población ocupada en el país, de acuerdo con los datos a las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), por lo que para su aprobación y correcto funcionamiento se tendrían que subir impuestos o recurrir a la deuda pública.
“Serían unas presiones presupuestarias muy grandes y si pensamos por ejemplo que para este año de 2024 el presupuesto público tiene déficit, eso deja en claro que no hay dinero que alcance para sostener un sistema como este”, explica el experto.
¿Esto es posible en otros países?
Ruíz López refiere que si se echa un vistazo a otros países, existen casos como Noruega, donde las personas pagan impuestos muy altos para a la hora del retiro tener una vida con calidad financiera.
“México es de los países de la OCDE que menos recauda en proporción a su producto interno bruto, México recauda sobre el 14 o 15 por ciento de su Producto Interno Bruto vía impuestos cuando el promedio de la OCDE es 19 por ciento y las economías más exitosas recaudan 24 por ciento”, explica.
Más ancianos que jóvenes en el futuro.
Para que un sistema de pensiones funcione se necesita más personas trabajando que personas retiradas, por lo que una baja tasa de natalidad, el envejecimiento de la población mexicana y el aumento de la esperanza de vida, incrementaría la proporción de jubilados frente a los trabajadores en activo.
Según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), se espera que en 2050 en México haya 30 personas mayores de 65 años por cada 100 en edad de trabajar, y para 2070 unas 50 personas, por lo que si no hay personas trabajando no se puede mantener a las personas que no trabajen.
