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Violencia en México estancada en su punto más alto

Expertos coincidieron en que estrategias como la creación de la Guardia Nacional tendrá resultados en el mediano plazo

En lo que va de la actual administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes en nuestro país no ha bajado, así lo reportaron las estadísticas preliminares a nivel nacional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al 2020.

El Inegi, como instrumento de comparación, agregó los datos de la serie histórica de la estadística definitiva de homicidios de 1990 al 2020, en ella se demuestra que la tasa nacional en ese año era de 17.2, tocando el punto más bajo en el 2007 con 8.2.

Después de ese año, que corresponde al sexenio del presidente Felipe Calderón, la tasa sufrió incrementos significativos, para muestra es el dato del 2011 en el que la tasa se ubicó en 23.6, cifra más alta en esa administración.

La tasa tuvo reducciones durante el mandato posterior a cargo de Enrique Peña Nieto, sin embargo, en el 2017 alcanzó un nuevo pico, para ese momento, al ubicarse en 25.9 homicidios por cada 100,000 habitantes.

Las estadísticas del Inegi revelaron que en el 2020 se registraron 36,579 homicidios en México. Es decir, una razón de 29 homicidios por cada 100,000 habitantes a nivel nacional, tasa que es igual a la registrada tanto para el 2018 como para el 2019.

Para Raúl Benitez-Manaut, investigador de la UNAM lo que preocupa es que para ese año la tasa se haya mantenido al mismo nivel que el 2019, ya que por la pandemia ocasionada por el Covid-19 la gente estuvo encerrada en sus hogares.

“Lo que se acrecienta es la guerra entre varias organizaciones, hay estudios que dicen que entre 40 y 50% de los homicidios se dan entre tres organizaciones: Cártel de Sinaloa, del Noreste y el Jalisco, la pugna entre ellos genera casi la mitad de los homicidios y el gobierno no quiere enfrentar de manera directa a estas organizaciones”, lamentó.

Situación por estados

Con lo que respecta a los homicidios registrados en los estados, los datos del Inegi indican que desde la mitad del sexenio de Calderón Hinojosa, 24 estados sufrieron incrementos la variación porcentual de sus tasas.

El caso más considerable es el de Guanajuato que para el 2009 registró una tasa de 9, mientras que para el 2020, la cifra se ubicó en 87, es decir un incremento de 866.7 por ciento.

En el siguiente puesto se encuentra Colima que, pasó de 10 en el 2009 a 95 para el año pasado, un alza de 850 por ciento.

El tercer lugar lo ocupó Zacatecas, con un aumento en la variación porcentual de 744.4 al considerar que para el 2009 se encontraba en la misma cifra de Guanajuato (nueve) para ubicarse en el 2020 con 76 homicidios por cada 100,000 habitantes.

El incremento en la violencia en estos estados se debe a principalmente a dos factores; el primero es el reacomodo de los cárteles de droga que azotan diferentes partes del país, ya que consideran esos estados como puntos estratégicos en la ruta del mercado negro de los narcóticos. Y la segunda, que aplica a Guanajuato, es por robo a hidrocarburos.

“La estrategia de Felipe Calderón fue la de involucrar a 100% las Fuerzas Armadas en la guerra contra el narcotráfico y eso generó una contrarreacción de las organizaciones criminales, las dispersó por todo el país y amplió el radio geográfico de acción y muchas de ellas fueron afectadas en las cúpulas de sus dirigencias; esto provocó divisiones y grandes pugnas entre ellas lo que derivó en más violencia”, lamentó el investigador de la UNAM.

GN sin resultadosa corto plazo

Por su parte, Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana mencionó que todos los procesos de cambios institucionales y de desarrollo de los mismos como lo que se vivió en la Guardia Nacional se llevan por lo menos 10 o 15 años para dar resultados.

“Nos detenemos simplemente en un esquema que dice que su función es de seguridad pública, pero tenemos militares metidos en policías que no están certificados en la función policial, de nada sirve tener un aparato musculoso cuando ese musculo está atrofiado en el sentido en el que no está entrenado para la función policial, son militares”, reconoció.

Benitez-Manaut, por separado, indicó que aún es pronto para determinar que la Guardia Nacional ayude a bajar los índices delictivos en el país. Sin embargo, espera que se tengan resultados positivos.

Fuente: El Economista.

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