La demanda de trabajo en el mercado nacional se mantiene en niveles históricos, en cifras no vistas desde la crisis financiera global del 2009, y abarca a 26.3% de la fuerza laboral potencial
Al menos uno de cada cuatro mexicanos necesita un empleo. Ya sea porque ha perdido su trabajo en el último año o porque el que tiene no le alcanza para suplir sus necesidades, un poco más de una cuarta parte de la fuerza laboral en el país se enfrenta a esta realidad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la brecha laboral en México, indicador que abarca a las personas desocupadas, a las inactivas disponibles y a las subocupadas, se ubicó en el sexto mes del año en 26.3%, nivel todavía histórico y no visto desde la crisis financiera global de 2009.
En números reales, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que esta proporción implica que 17.2 millones de mujeres y hombres en México tienen actualmente la necesidad de encontrar un trabajo, 4.6 millones de personas más que en marzo del año pasado cuando fue declarada la emergencia sanitaria por la covid-19 en el país y comenzó el cierre temporal de actividades económicas no esenciales.
Y si bien la tasa de desempleo cerró en 4.0% el primer semestre de este año, un poco más de un punto de lo reportado antes de la pandemia, cuando se ubicó en un nivel de 2.9%, el mayor cambio en la medición de la brecha laboral se ha dado en el número de personas que ha salido de la población ocupada hacia la inactividad disponible, la cual pasó de 9.3 a 12.4%, y en los trabajadores subocupados, es decir, con jornadas reducidas y la necesidad de ofertar más horas, que avanzó de 8.0 a 10.4% respecto a marzo del año pasado.
A decir de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estas cifras demuestran que el mayor impacto de la pandemia en el país no fue tanto de desempleo, sino de inactividad, lo que complica más su reincorporación al mercado laboral y la recuperación del empleo en general.
“Crisis anteriores han puesto de manifiesto que la ‘activación’ de la situación de personas que se encontraban previamente inactivas es más difícil que volver a emplear a personas que han perdido su trabajo, de ahí que la existencia de índices elevados de inactividad pueda dificultar aún más la recuperación del empleo”, alertó el organismo.
El cierre de actividades económicas no esenciales para frenar el avance de la pandemia en el primer semestre del 2020 llevó la brecha laboral a un máximo histórico de 52.9% en mayo del año pasado y desde ahí comenzó a descender paulatinamente. En el primer semestre del 2021 este indicador fue de 27.7% en promedio; en el momento más álgido de la crisis mundial previa, en mayo del 2009, fue 26.4 por ciento.
“La pandemia afectó de muchas maneras al mercado laboral, más allá de la pérdida de empleos. También se observó una disminución en las horas trabajadas para quienes conservaron su empleo, así como una baja en salarios ante la mayor oferta relativa de trabajo. Es importante recordar que, en abril del 2020 al comenzar la crisis, una gran parte de la población que perdió su empleo no pasó a formar parte de la población desocupada, sino de la disponible dado que no buscaban empleo”, explicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
Por su parte, Marcos Arias Novelo, economista en jefe de Grupo Financiero Monex, consideró que el dato de la brecha laboral para junio “ya muestra cierto estancamiento”, pues apenas retrocedió 0.1 puntos respecto a mayo, sobre todo por la nueva salida de personas de la población ocupada hacia la inactividad. “Pensamos que a lo largo de los próximos meses el mercado laboral enfrentará nuevos desafíos dada la complicación de la epidemia en las semanas recientes”, agregó.
En esto coincide Juan Carlos Alderete, director de Análisis Económico de Banorte, quien advirtió que el aumento de los contagios de covid-19 y el retroceso en el semáforo epidemiológico en varias entidades federativas podrían impactar la generación de empleos, ya que a pesar de que no se ha anunciado un nuevo cierre de actividades, este cambio “es importante ya que creemos que la población sí cambia su comportamiento de acuerdo con este sistema”.
Fuente: El Economista.