La reacción neuronal que se produce cuando una persona recibe numerosos «likes», se parece a la que causa comer chocolate o recibir dinero.
Ciudad de México.- La reacción neuronal que se produce cuando una persona recibe numerosos «likes», se parece a la que causa comer chocolate o recibir dinero.
Aunque no todas las personas se someten a esta validación, la mayoría de estudios demuestran que son miles de usuarios de redes sociales, los que sí se preocupan por los «likes» que reciben.
Una encuesta en línea realizada en 2015 por Joseph Grenny y David Maxfield, coautores de best sellers, revela que de mil 622 personas encuestadas, al menos el 50 por ciento ha sacrificado sus experiencias en un viaje o momento íntimo para publicar la foto perfecta y con esto recibir una buena cantidad de «me gusta».
Otras investigaciones revelan que tres de cada 4 personas, han sido groseras con otras por concentrarse en su teléfono; 91% a visto a un turista obsesionado por captar un momento y al menos 14% han puesto en riesgo su seguridad por lograr una buena publicación.
“Cuando uno sube una foto o hace una publicación, lo hace por la necesidad de que lo vean. Y no producir la reacción esperada puede afectar la visión que las personas tienen de sí mismas”, explica la psicóloga y experta en salud mental Catherine Salamanca.
“Estamos en una era tecnológica y no nos podemos aislar. Pero las personas, y sobre todo los jóvenes, deben entender que eso no puede generar un impacto significativo en la vida. Deben aprender a tener una perspectiva crítica frente a las modas”, explica.
Fuente: Semana
Christián Gutiérrez
Politólogo, Neuromercadólogo, Comunicólogo y Abogado.
Análisis por Christián Gutiérrez
Qué importante es saber lo que nos dice esta nota. He tenido clientes que se obsesionan con los likes en las redes sociales y no ha sido simple explicarles que este fenómeno y su presunto impacto, se puede entender desde dos perspectivas:
1. Las redes sociales mueven a su antojo los algoritmos con el objetivo de hacernos aún más adictos a los like, lo cual se vuelve peligroso.
2. La comunicación profesional, no se apalanca en los likes; la comunicación profesional, utiliza muchos estímulos más para persuadir.
Es cierto que cuando hago estrategias de comunicación, este tipo de estímulos me sirven para provocar lo que en neuromarketing llamamos “Efecto Gregario”.
Pero solo lo utilizo para generar ciertas percepciones, y siempre con la idea de que dejar a un cliente ahí, sería engañarlo o autoengañarme.
A los políticos o personajes que les importan mucho los likes, les recomiendo que se bajen de la nube y se desintoxiquen, porque pensar que los likes son apoyos de verdad, no siempre es una verdad.
Aguas, ahí.