Por: Alejandro Carrillo
Se han elegido “democráticamente” a los consejeros distritales del partido Guinda en México, por un lado hay algarabía y jubilo por el otro descontento e incluso detractores del proceso electoral interno del partido. En el caso de Michoacán los reflectores se posicionaron sobre referentes del partido, individuos con respaldo no ciudadano, pero si de operacionismo político, por eso está el entrecomillado al principio de este texto.
Lo cierto es que MORENA no admite voces disidentes, los que no están de acuerdo con el proceso vivido están ocupando un lugar junto con la oposición silenciada, el principio de “unidad” ha modificado su significado y no es para unir voces, sino para que las voces que ya están unidas resuenen como únicas, si no me creen pregúntenle a Ana Lilia Guillen o a Ricardo Monreal.
MORENA intenta demostrar la gran convocatoria que tiene y capacidad de movilidad, que haya acarreos o no los haya es solo una medida publicitaria de la capacidad terrena del partido, y la desleal competencia entre sus candidatos.
El proceso interno del partido para elegir a sus consejeros distritales es un claro ejemplo de la necesidad de un INE que permita generar bases de democracia real al interior de cualquier partido, donde se especifiquen claramente los requisitos y el cumplimiento de estos para poder ser postulado y poder ser electo mediante un proceso de campaña real. De lo contrario solo pasa lo que pasó se colaron a la delegación quienes forman parte ya de la estructura morenista, Juan Carlos Barragán, Fidel Calderón, Juan Pablo Celis, Giuliana Bugarini, cristina portillo, etc. ¿En serio los Morenistas morelianos han tomado como representantes de su comunidad a estos individuos? Es aquí donde las voces de la disidencia morenista como Monreal toman fuerza y esto es tan preocupante como triste, pues los mismos están en lo mismo. Eso no es democracia se llama simulación.
En el partido del poder las fichas se están moviendo, las disidencias se irán borrando con una frase crucial “o te sumas o pierdes”. La majestuosidad de los cambios políticos a través de sus actores se absorben a través de las virtudes, la fortuna o la maldad (Maquiavelo), virtudes lamentablemente la clase política contemporánea no las conoce (solo bastaría con ver que su pasado político está en algún otro partido), la fortuna es ave de paso que les permite a muchos ser un día y dejar de ser al otro, pero la maldad, esa que borra de tajo a algunos, esa forma parte del arte de la política desdeñada y es usada con profunda sed de poder, ni siquiera con sabiduría. Lo que veremos a partir de ahora será una lucha desgarradora entre los que forman parte de una unidad contra los que vociferan el quebranto de esta, lo dañino de ambas voces es que no buscan agradar a ningún ciudadano, sino al individuo de palacio.
EPPUR SI MUOVE
A regañadientes. Que tristeza da el mundo a través de quienes lo lideran, pues parece que la mezquindad y la búsqueda incesante de poder es lo que nos representa a la humanidad, el mundo tal cual lo conocemos está en procesos de cambio, ¿Estados Unidos se reafirmara o terminara por dejar su liderazgo mundial?