¿Hacer un festival para celebrar el triunfo en las urnas del hoy Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla? Sin duda, un evento clon como esos que hace el Presidente, López Obrador, para mantener cautiva a su base social.
El populismo vive de eso, de eventos de corte emocional que dificultan que el ciudadano se tome el tiempo de razonar para hacer juicios y tomar decisiones. Esto, hoy se sabe con neurociencia aplicada a la comunicación y al marketing. Así funciona el cerebro humano.
Por eso, el Gobernador de Michoacán le apuesta a una “fiesta” popular, claro está, organizada desde el partido Morena, para evitar los señalamientos de que, dinero del presupuesto público, se gasta en una celebración.
Sin embargo, da lo mismo que lo gaste el partido político del Gobernador Bedolla. El dinero que tiene Morena, es 100% recurso público. Claro, le aseguro que este partido político dirá que “el pueblo” cooperó para esta fiesta; algo así como lo que ya dijo Obrador, cuando se exhibió a sus hermanos recibiendo dinero en sobres amarillos. ¿Qué dijo AMLO? Que “el pueblo aportaba para su movimiento”.
La pregunta obligada es, si el Gobernador Ramírez Bedolla tiene razones para festejar. En este momento y de acuerdo a cifras del Gobierno Federal, Michoacán es el segundo lugar nacional en asesinatos dolosos. De enero a mayo de 2022, se registraron 1,204 asesinatos, y el primer lugar nacional –Guanajuato-, registró 1,292 asesinatos. Es decir, Michoacán está a nada de ser la entidad del país en donde más asesinan a las personas.
¿Festejar?, ¿de verdad? En realidad, es una frivolidad.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.