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¿Podrían pausar su pleito para salvar a México?

El debate nacional ante el variado conjunto de amenazas que supone Trump para México es penoso por su pobreza y alarmante por su inutilidad. Desde el gobierno y la oposición se sueltan afirmaciones falsas y despropósitos como si el futuro de la siguiente generación de mexicanos no dependiera de ellos. Por eso me atrevo a interrumpir el pleito de callejón que es la política mexicana y distraer a nuestros próceres, para pedirles que asuman su responsabilidad y enfrenten con seriedad la disrupción más grande del sistema político y económico global, que además tiene su epicentro en nuestro vecino más cercano y socio comercial más importante, porque aceptémoslo, la relación internacional más importante de México es con Estados Unidos, por mucho.

También digámoslo con claridad: la llegada al poder de Donald Trump es mala noticia para México. No importa qué tan mal puedan caerles a ustedes Joe Biden o Kamala Harris, no importa que les encante cómo Trump fustiga a los progres woke del planeta. Mucho menos se engañen, Trump no es un contrapeso de Claudia, AMLO y la 4T ni declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas es un golpe a Morena. ¿Ya se les olvidó cuando detestaban a Trump porque era amiguito de López Obrador y celebraron el triunfo de Biden? Yo les recomiendo que nos despojemos de los lentes de la polarización nacional para tratar de entender el mundo. Planteo tres males de Trump para México y mi preocupación de que no están siendo atendidos con seriedad.

En el tema migratorio, si bien yo creo que las deportaciones no serán tantas porque los migrantes indocumentados son esenciales para la economía estadounidense, las mayores restricciones migratorias van a someter a las ciudades fronterizas mexicanas a la presión enorme de tener una población flotante de migrantes que no pueden entrar en EEUU. Ofrecer IMSS Bienestar, que no puede ni con los de aquí y una tarjeta con menos de un día de salario mínimo californiano es un mal chiste de la 4T. Se necesita rehacer toda la política migratoria, con visión de estado y tratando de balancear la seguridad, el control de las fronteras y la vocación humanitaria, hoy somos solo cómplices fallidos de la crueldad de Trump y víctimas de nuestra propia incapacidad. ¿Por qué no verlo como una oportunidad hasta de recibir apoyo norteamericano? Incluso asumirnos como tercer país seguro es mejor que el desastre que se cocina.

Los aranceles, a pesar de que fueron el discurso más repetido de Trump, serán también menores a lo que se anuncia. Lo que tendremos es una muy dura revisión del T-MEC, pero que bien llevada puede ser una oportunidad de captar inversión directa para sustituir importaciones chinas, que mucho les molestan, pero son imprescindibles para la industria norteamericana. El muy neoliberal Plan México es un buen comienzo, pero mientras no tomen en serio el tema energético y las garantías de estado de derecho y aplicación de la ley de poco va a servir. El ojo por ojo, que afortunadamente ya abandonó la presidente Sheinbaum, era la receta del desastre que iba a terminar encareciendo el trigo, la gasolina, la carne y los lácteos que importamos en abundancia.

Finalmente, lo más grave. La declaración de los cárteles como organizaciones terroristas es muy mala porque va a generar más violencia en México. Es la puerta a una guerra más cruenta aún entre dos actores a los que no les importa la población civil. Al gobierno de Estados Unidos no le importa el problema mexicano de delincuencia organizada. Es cierto que la declaratoria es un reproche del fracaso del obradorismo frente al narcotráfico y una descalificación del gobierno como aliado, pero por mucho que detestes a la 4T, es una pésima noticia. Las incursiones estadounidenses, más allá de que cantemos el himno, exponen a nuestro país a graves riesgos de conflicto y de inestabilidad. De nuevo, lo sensato es recuperar la confianza de las agencias estadounidenses y establecer una estrategia común contra las drogas, las armas y el dinero sucio, otra oportunidad que puede abrirse si se actúa con seriedad y no con negaciones de la realidad y patriotismo de estampita o celebrando a Trump.

De verdad, interrumpan su pleito y salven a México, estamos en una encrucijada y de ustedes depende que México sea un país fallido o un país exitoso.

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