La ciudad de Los Ángeles busca respuestas sobre cómo los incendios que comenzaron el martes derivaron en una catástrofe sin precedentes.
El gobernador del estado de California, Gabin Newsom, anunció el despliegue militar para ayudar a «mantener el orden público» y evitar los saqueos ante la emergencia desatada por los fuertes incendios registrados en el condado de Los Ángeles, que han dejado hasta la fecha al menos una decena de muertos.
Los incendios impulsados por los fuertes vientos de Santa Ana, cuyas ráfagas alcanzan hasta 170 kilómetros por hora, han cobrado la vida de diez personas y dejaron a miles sin un lugar donde vivir.
Dos de los incendios que asolan la zona de Los Ángeles se encuentran ya entre los cinco más destructivos de la historia del estado de California, según datos preliminares de CalFire.
