El Gobierno de Michoacán ha defendido que en los últimos tres años ha reducido significativamente los homicidios en el Estado, ¿pero realmente esto es resultado de sus políticas o tenemos los asesinatos que los delincuentes quieren?
Si nos atenemos al número frío, efectivamente hubo una reducción en el número de homicidios, desde el máximo registrado en el 2021 y si bien Michoacán se mantiene entre los 10 estados con mayor número de asesinatos por cada 100 mil habitantes, no reconocer el dato sería mezquino y falso.
Por otro lado, los homicidios de alto impacto no han cesado. El 2024 ha sido desgraciadamente prolijo en ellos: candidatos, servidores públicos, empresarios, y en lo que va del mes, el primero del gobierno de Claudia Sheinbaum un exalcalde y excandidato y ahora un periodista, el primero de este gobierno según fuentes periodísticas.
En el estado, cualquier persona en la calle dirá que se vive un clima de violencia, en la Encuesta Nacional de Seguridad que realiza el Inegi, el dato se ha mantenido cercano al 80% de personas que se sienten inseguras todo el período del actual gobierno, a pesar de la disminución nominal y de la mucha propaganda gubernamental sobre el tema. Lo anterior, probablemente, debido a que el número de asesinatos sigue siendo alto, independientemente de la variación. Son muchos muertos y muchos eventos de violencia como para que la población se sienta tranquila.
Ahora bien, ¿esta disminución se debe a una estrategia policiaca del gobierno? Yo afirmo que no, primero por una razón muy sencilla: a pesar de toda la propaganda gubernamental que hacen sobre la reducción de homicidios, no hay una sola referencia concreta a cuál es la causa. El propio gobierno no establece cuales acciones de las que lleva a cabo han permitido la reducción del delito. Refuerzo mi teoría conque tampoco hay detenciones o abatimiento de delincuentes, decomiso de armas u operaciones policiacas que se hayan publicitado, incluso el personal disponible de la Guardia Nacional y el Ejército no registra cambios significativos desde el 2019, cuando se redujo.
Y si no podemos encontrar en el actuar de la autoridad una causa de la reducción de los homicidios ¿a qué es atribuible? Formulo una hipótesis: a la dinámica de los cárteles. Es decir, tenemos los asesinatos que los delincuentes quieren, o más bien, los que necesitan, porque matar no es buen negocio. Los delincuentes matan por necesidad, ya que hacerlo les cuesta en muchos sentidos, por eso el número de homicidios baja junto con esta necesidad, digamos colateral del negocio.
Y esta semana, decidieron matar a un exalcalde de Cotija y a un periodista en Uruapan, y como en otros cientos de casos, nadie lo pudo impedir. Mis condolencias a los deudos de las víctimas, que no descansarán en paz, mientras no reciban justicia.