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El avestruz azul.

Marko Cortés, el novato y bisoño líder de Acción Nacional tiene muchas deficiencias políticas, pero nadie le puede corregir su diagnóstico: perderán en 2022 casi todo.

El inexperto opositor tiene razón, solamente son competitivos electorales en el estado de Aguascalientes.

Si hoy fueran los comicios para elegir a un nuevo gobernador su partido obtendría alrededor del 45 por ciento de los sufragios, contra el 25.5% de Morena, el 6.9% del PRI y el 3.2% de Movimiento Ciudadano, de acuerdo al más reciente estudio demoscópico de Massive Caller, que comanda Carlos Campos y Stephanie Niño.

Seguramente en ese pequeño estado el PAN irá solo, como sucedió en el proceso próximo pasado en Querétaro, donde no se tomó en cuenta al Tricolor ni al Sol Azteca.

La candidata azul más avanzada es Tere Jiménez, una joven bien capacitada y que ha trabajado mucho para convertirse en una “gallina” fuerte contra la oposición.

En la esquina de enfrente, Arturo Ávila es el caballo que quiere alcanzar. Se presenta como “empresario con dimensión social, Presidente de IBN Militares, Seguridad Nacional Harvard, Columnista de Excélsior, Heraldo de México, Imagen TV y SDP.” Ya se registró de manera oficial para buscar la gubernatura por el Movimiento de Regeneración Nacional y posee más presencia nacional que Tere.

Todo indica que Martha Márques, quien fuera senadora de Acción Nacional se le unirá a Ávila en la búsqueda por la candidatura, y es un golpe severo a Jiménez.

Ana Gómez, diputada local por Morena tiene “jale” con las mujeres y jóvenes de la entidad y será fundamental para la campaña del que seguramente será candidato hidrócalido de de López Obrador. También, aunque algunos no lo toleren, posee como activo a Abraham Mendieta, joven español que es muy elocuente y en muchas ocasiones conoce más la historia reciente del país, que muchísimos políticos en activo.

Pero Ávila va en segundo lugar en todas las encuestas. La infraestructura, el pensamiento conservador y los intereses empresariales, y claro, el trabajo realizado por “Tere” ponen en serios problemas al morenista.

¿Qué tendría que pasar para que Morena se llevara el “carro completo”? ¿Qué tendría que suceder para que Acción Nacional no gane ni una sola gubernatura en el 22, de las 6 que estarán en juego? La respuesta es sencilla: que las broncas internas del PAN continúen.

Para muestra del desmoronamiento de la derecha, un par de botones: Gustavo Madero, senador por Chihuahua, escribió en Twitter y dijo en múltiples entrevistas, que fueron desafortunadas y anti climáticas las declaraciones de Marko Cortés sobre las próximas elecciones. Pero se niega a corregir y ceder el control del PAN y abrirlo a la ciudadanía con elecciones primarias abiertas. Y el exgobernador queretarano, Francisco Domínguez Servién, aseguró ya en tres ocasiones, que no participará en ninguna actividad con la actual dirigencia del PAN.

Es decir, mientras esté Cortés, no hay unidad. Mientras Marko siga siendo el dueño del partido, nadie trabajará por lograr el triunfo. La derrota la tienen frente a su nariz, pero los egos, y la repartición de las migajas los tiene enfrentados.

Así es, Tere Jiménez, que podría recibir las llaves del despacho de su correligionario, el contador público Martín Orozco, podría ver diluido el triunfo como agua en las manos, por culpa de la dirigencia de su partido, la sinceridad de su líder, y una decepcionada militancia.

Ávila, a quien no le quitamos su mérito, ganaría más por el “síndrome del avestruz azul” que por su lucha social; así es, los panistas en esta época no saben volar como estas aves enormes. Y efectivamente, esconden la cabeza en la tierra porque siente peligro (el camión que los arrasará en 6 estados de la República.)

¿Así o más claro?

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

www.GustavoRenteria.com

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