Christián Gutiérrez.
Hay quienes se preguntan si las encuestas electorales, utilizadas como herramientas de propaganda y comunicación funcionan para sumar adeptos. La respuesta es, sí.
Durante una campaña electoral sí funciona utilizar las encuestas para comunicar y sumar electores potenciales, y funciona por una sencilla razón a la que se le llama “Efecto de Conformidad Social”.
Lo explicaré recordando un experimento que realizó el psicólogo Solomon Asch, en la década de los años 50 del siglo pasado, en donde se descubrió que la identidad compartida, refuerza la identidad individual.
Básicamente el experimento demostraba que una persona era capaz de cambiar sus ideas y convicciones (que eran correctas), con tal de sumarse e integrarse a un grupo que tenía sus propias ideas. Esto demostró que, los seres humanos, estamos hechos para imitar a la mayoría; así hemos evolucionado con el objetivo de sobrevivir en un mundo de múltiples especies.
¿Y qué tiene que ver esto con las encuestas electorales y los efectos que pueden generar en los ciudadanos? Bien, pues solo consideremos que a ciertas personas nos les gustará ir en contra de lo que una presunta mayoría está diciendo a través de las encuestas. Si esta mayoría responde que el candidato X lleva la delantera, para cierto grupo de personas será mejor adaptarse a esa mayoría con tal de no ser mal visto o excluido de la tribu.
El Efecto de Conformidad Social demuestra la naturaleza humana que evoluciona lentamente porque han sido miles de años los que hemos actuado en escenarios de sobrevivencia.
Por eso, aquellos que utilizan las encuestas como herramientas de propaganda podrían estar jugando “bien”. Claro, en mi experiencia, siempre y cuando no comuniquen mentiras, porque si los equipos rivales saben detectarlas y saben jugar para utilizar esos errores, quienes comuniquen encuestas falsas con toda seguridad recibirán un golpe con la misma intensidad que se comunicó la mentira.
*El autor es consultor y capacitador, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.