Yurisha Andrade Morales
Este año, las y los mexicanos tenemos un compromiso con la democracia para elegir a las personas que ocuparán 20 mil 708 cargos públicos federales y locales, pero también, durante el mes de noviembre, con las y los niños y adolescentes que podrán participar en la décima edición de la Consulta Infantil y Juvenil, organizada por el Instituto Nacional Electoral en sinergia con diversas instituciones y con intervención de alrededor de siete y medio millones de niñas, niños y adolescentes, cuya edad se ubica entre los 3 y los 17 años.
La historia nos dice, que la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño de 1924 sentó un precedente fundamental para que el 20 de noviembre de 1959, la Organización de las Naciones Unidas aprobara la Declaración de los Derechos del Niño. Más tarde, el 20 de noviembre de 1989 se firmó la Convención sobre los Derechos del Niño, incorporando un enfoque donde los Estados, entre ellos México, se obligan a considerarlos como sujetos de protección y no como objeto de una regulación específica. También debe considerarse que el 12 de octubre de 2011 se incorporó al artículo 4o de nuestra Constitución el principio del interés superior de la niñez, concebido para orientar el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas en favor de la niñez.
En 2014 se expidió la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que los reconoce como titulares de derechos, con capacidad de goce de los mismos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En paralelo, se han organizado las consultas infantiles y juveniles como un espacio para la libre expresión de este segmento fundamental de nuestra sociedad y con la convicción de que la participación democrática de las personas no se limita al ejercicio del voto y que es necesario construir conciencia cívica en las nuevas generaciones, pero también escucharlos para conocer su percepción del mundo que los rodea y los problemas que los aquejan.
Conforme con esta lógica, cobra relevancia que el martes pasado el INE haya aprobado los contenidos de las boletas que se utilizarán en la Consulta, con la destacada participación de un Comité Técnico de acompañamiento y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), campus México. Las boletas se diseñaron para cuatro rangos de edad: 3 a 5 años, 6 a 9 años, 10 a 13 años y 14 a 17 años. Con una metodología rigurosa y con preguntas asequibles y diseñadas de manera específica, cada grupo etario proporcionará información sobre su entorno, su relación con el medio ambiente y los animales, la forma como se conciben, el uso de videojuegos y redes sociales, grupos raciales a los que pertenecen, si padecen alguna discapacidad, la forma en que visualizan los cuidados que les proporcionan sobre su salud, la prevención de adicciones y problemáticas que los aqueja, entre ellos, la seguridad de sus entornos comunitarios y de convivencia.
De nuevo, la Consulta Infantil y Juvenil debe convertirse en una herramienta fundamental para definir principios y criterios que orienten el diseño de las políticas públicas que se implementarán en los diversos niveles de gobierno para salvaguardar y ampliar los derechos de niñas, niños y adolescentes. Se trata de un ejercicio en cuya promoción debemos participar todas las instituciones y al que debe sumarse la sociedad, los partidos políticos, la academia y los medios de comunicación. Posteriormente, los resultados que se obtengan deberán ser entregados a los gobiernos en turno, sobre todo a la nueva presidenta o presidente de la república para su debida atención.
Queda un camino largo por recorrer para generar una conciencia participativa en nuestras niñas, niños y adolescentes, para conocer las problemáticas que viven y para ponerlos a salvo con normas, procedimientos y políticas públicas eficaces. El reto también está en mostrarles la importancia de integrarse a los procesos políticos de su comunidad, de votar cuando arriben a la mayoría de edad y de ser parte activa en la revisión sobre el funcionamiento de sus gobiernos y órganos de representación, solo así lograremos un fortalecimiento pleno de nuestra democracia y de sus instituciones.
*Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade