Derivado de la intervención de policías estatales del entonces gobierno de Silvano Aureoles Conejo se registraron 4 ejecuciones extrajudiciales
Por: Lizbeth Serriteño
Morelia, Michoacán a 5 de abril 2024.- A siete años de los hechos ocurridos en 2017 en la comunidad indígena de Arantepacua, cuando derivado de la intervención de policías estatales del entonces gobierno de Silvano Aureoles Conejo se registraron 4 ejecuciones extrajudiciales, 10 casos de tortura, 48 detenciones arbitrarias y más de mil víctimas directas del ataque, una vez más, este cinco de abril decenas de comuneros se manifestaron en las calle de la capital michoacana.
En un acto de exigir justicia y castigo a los responsables, este viernes 5 de abril de 2024, alrededor de 200 personas de esta comunidad indígena se agruparon a las afueras de Casa Michoacán, donde con pintas en aerosol y lanzando cohetes al interior, dejaron ver su enojo ante la omisión del Gobierno del Estado por atraer el caso que conmocionó a su pueblo aquel día que aún queda en su memoria.
Desde este espacio, ubicado en el periférico de Morelia, comenzaron con la retención de vehículos de empresas privadas, de autoridades de seguridad y daños a vehículos particulares, muestra de ello fue la quema de una motopatrulla de la Policía Morelia, el destrozo de vidrios de dos autos particulares que transitaban por el lugar, el robo de un camión de gas y una ambulancia, así como la quema de otros dos camiones de empresas privadas.
Así, con latas de aerosol dejaron rastro de su paso hasta llegar al centro de la ciudad, ya en la calle Abasolo donde se ubica el Banco del Bienestar destruyeron las cámaras de videovigilancia instaladas en el lugar, posterior a ello, se aventuraron a entrar en el inmueble donde sus exigencias quedaron plasmadas en las paredes.
Unas cuadras más adelante, el SAT, tuvo la misma suerte de Casa Michoacán, pero a diferencia de aquel espacio, este se encontraba abierto, por lo que los aparatos como computadoras, escritorios y demás fueron golpeados con palos hasta quedar inservibles, aún con gente en el inmueble, prendieron fuego a los cohetes, por lo que los gritos no se hicieron esperar.
Ya frente a Palacio de Gobierno, mostrando las figuras encarceladas de Silvano Aureoles Conejo, Adrián López Solís y Juan Bernardo Corona, gobernador, secretario de gobierno y encargado de la Secretaría de Seguridad Pública en aquel año, exigieron justicia.
Con martillos, cohetes, piedras y hasta un camión de una empresa refresquera intentaron derrumbar la puerta del recinto sin tener éxito, posterior a esto, la manifestación fue replegada con gases, de esta manera, un año más los destrozos quedaron visibles y la ciudadanía resintió los daños de una justicia que aún no llega.