Dejemos por esta vez el tema de la falta de políticas publicas o mejor dicho el desconocimiento de ellas por parte de los gobiernos para frenar la violencia y la delincuencia en la que esta sumido nuestro país, no es por ocio, sino porque la referencia ha sido tan constante que el hablar de ello tan recurrentemente podría aminorar la importancia e incluso podría situarnos en un espacio “de enemigo de la transformación” situación que no me perjudicaría, pero insisto en preferir que mis notas tengan un sentido más profundo.
El pasado fin de semana ocurrió un hecho trascendental en un estadio de futbol, el suceso dejo de manifiesto la intolerancia, la intransigencia, la maldad y la estupidez humana de la cual aun no escapamos. El estadio de “La Corregidora” en Santiago de Querétaro fue el testigo de como el fanatismo junto a la ignorancia (eterna amiga del primero) dejo de lado un encuentro deportivo, limito al 0% de importancia la dignidad humana e instituyo que el valor de la vida de cualquier individuo que sea contrario a los intereses propios es igual a nada.
El 8 de marzo se esperaba una catástrofe anunciada por los gobiernos que se amurallaron en sus palacios y la lectura que hago al respecto no es mínima: el gobierno le tiene más miedo a las mujeres que han sido victimas constantes de un sistema que no modifica su actuación, que no propone protocolos y que no las cuida (mueren 10 mujeres al día en México), que de grupos de normalistas u organizaciones que persiguen intereses económicos. Las primeras exigen por su vida, los segundos por recursos; con los segundos las mesas de negociación siempre son una solución; con las mujeres no hay nada que negociar, hay deuda social, hay deuda gubernamental, el derecho a una vida libre de violencia es algo que no se puede aplazar.
Diario en todo nuestro territorio nacional ocurren masacres (si, de esas de las que se rie el presidente) y no es necesario que sean vociferadas por los medios de comunicación tradicionales, las redes sociales se encargan de esa tarea hay muertos de a montón, fusilamientos sobre un paredón, el sol es lo ultimo que cobija en los municipios de Michoacán, pues estos amanecen con sonidos de balas antes que con un rayo de sol. El termino de “desplazados” no ocurre solamente en zonas de guerra (ucrania) miles de mexicanos están dejando sus hogares (jerez Zacatecas, la zona de tierra caliente en Michoacán) a causa del barrido que hacen los que portan armas a la vista y las usan a diestra y siniestra como si hubiese Ley marcial a costa de policías que pueden ser acusados por atentar contra los derechos humanos de los que delinquen si solo se les ocurre apuntar con el dedo (digo dedo porque en muchos lugares ni armas portan).
Este es solo un ejemplo de lo transcurrido en los primeros días de marzo, y no es un gobierno el enemigo, sin embargo puede ser cómplice a causa de su falta de postura, y a veces de falta de herramientas o capacidades, las primeras son balas y capacitación, la segunda es la inteligencia de quienes gobiernan; pero solo son cómplices de la gran enemiga de nuestro país: la violencia. Que se define como la condición que con toda intención constituye el dominio de una voluntad a la fuerza, ésta es visible en el reino animal: la forma en que los depredadores cazan a sus presas, pero en el ser humano se hace visible a causa de la ignorancia (el machismo), del fanatismo (golpear a alguien a causa de no pensar como tú (chairos o fifís), o de no irle a tu equipo de futbol) o de simple dominación a causa de fuerza (la guerra entre carteles). Sea como sea ésta (la violencia) atenta contra la dignidad humana, la disminuye no solo en quien es victima de ella, sino del que la practica.
México necesita ayuda, necesita educación, necesita valores y con ello necesita instituciones solidas, con servidores públicos capacitados y que sean gobernantes, no agentes electorales, sino gobernantes.
México tiene una enemiga, cualquier comunidad la tiene, y esta es la violencia, siempre latente, pero en un espacio en el que la educación esta reducida, la comunidad carece de empatía y de confianza y los gobiernos solo son recaudadores y se vuelven agentes electorales mediante votos, ésta se distribuye con mayor facilidad que cualquier pandemia y perdón por la referencia pero las guerras internas o externas llevan en cifras mas muertos que incluso la enfermedad mas mortífera de cualquier época.
Eppur si muove
A regañadientes. Este miércoles el Embajador de Estados Unidos en México dijo textualmente: “nuestro gobierno tiene una recomendación de que los estadounidenses no viajen a Michoacán a causa de la inseguridad”, algunos dicen que no fue correcta la apreciación, pero la realidad es peor, hay michoacanos que incluso quisieran huir, imaginemos que Zamora ocupa el lugar 8 en el mundo como ciudad violenta.
