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El peligro de la democracia.

Una de las frases más lapidarias que existen en el marco de las constituciones (entendidas no desde el ramo jurídico, sino desde el político) y que ha sido mencionada por grandes pensadores como G. Sartori, es la que define a la democracia como la mejor constitución para erigir un Estado: “más de 2500 años nos ha costado entender que ésta (la democracia) es la mejor forma de gobierno posible”, la frase contiene dos puntos clave, por un lado se estima la trascendencia histórica que ha llevado a esta conclusión, es decir dos milenios y medio ¿Cuántas? Guerras ¿Cuántas? Ciudades destruidas ¿Cuántos? Libros y pensadores ¿Cuántos? Críticos. Y el segundo punto es la propia idea del desencantado conformismo que responde a una pregunta como esta ¿Para qué? Buscamos más.

La democracia es compleja, no es fácil, no debería haber tantos individuos usándola como bandera, porque está claro que no la entienden, no porque no quieran, lo cual sería bastante macabro (y claro que hay personajes así), sino porque han recogido una sinergia bastante retorcida, que les resulta más fácil la replica que la critica.

La democracia es tan compleja porque ocupa dos elementos sumamente indispensables para su ejercicio, la libertad y el respeto, con ellos la democracia florece, se encarga de definir sociedades desde dos sentidos que en otros sistemas serian inviables: la individualidad del ser y las redes que esta individualidad desprende para con las otras. Sin embargo, la miel sobre hojuelas no surge de un día para otro, hay variables que ponen en peligro a este sistema: la desigualdad, la demagogia, la ignorancia, la corrupción, etc. (curioso y triste enunciarlos y sentir que describo una parte de nuestro México), pero durante 2500 años la democracia se ha sabido mantener a costa de estos males, entonces ¿Qué ocurre? Creo que el daño más grave es cuando la mayoría se vuelve tirana, y calla al resto, cuando la voz de cien, calla a la voz de uno, o no, no la calla, solamente no permite que se escuche por el sonido tan alto que hace el número más grande, es justo en este momento que ya no hablamos de democracia, se deja la libertad y el respeto de lado, solo obtienes esos valores si formas parte de los más, es “la existencia” en una masa a costa de una identidad propia, no olvidemos la Alemania Nazi que surgió de forma democrática y que seguramente se siguió proclamando así durante bastante tiempo.

Este es un llamado a todos, sin importar de que partido o no partido sean, la democracia es más que una persona llamada así misma “pueblo” (que a todos los que encabezan gobiernos u oposiciones les encanta sentir que en realidad representan a todos, cuando incluso hay unos muchos sin elegirlos).

La democracia es divergencia y ocupa de millones de voces y el respeto necesario para escucharlas todas, de lo contrario no abusemos del termino, no nos confundamos. La democracia está en peligro y el mal no es uno o una o unos cuantos, si la democracia la definimos de forma simple como el poder del pueblo, entonces cuando esta se encuentra en peligro es deber de todos defenderla, o dicho de una forma más triste: la democracia está enferma y cada uno de nosotros somos una célula en la cual esta depositada su vida, el virus de la desinformación o el exceso de la misma, de la indolencia, de la ceguera y de la ignorancia nos esta acechando, cura no hay, pero la mejor vacuna es empezar por escuchar, escuchar de verdad, quizás existan puntos de vista que no hayamos considerado antes, nuestra diversidad es nuestra riqueza y el respeto a ella es la mejor forma de aprovecharla.

A partir de hoy terminaré esta columna con una frase que es para mí la esencia misma de lo importante que es abrir el oído para atender otras expresiones, cierro este texto con un “e pur si  muove”, tienes curiosidad de donde viene, solo googlealo.

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