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“Las 5 C en la Construcción de un Branding Político”.

La desafección y el descrédito de la política es un fenómeno que crece a nivel mundial, pero en Latinoamérica está tocando fondo, por donde vemos salta la crisis, la desconfianza, la gente pendula entre izquierda a derecha buscando respuestas que nunca llegan.

Partiendo de este panorama poco alentador, el desafío de construir nuevos liderazgos, nuevas marcas en la política se ha vuelto un verdadero reto.

A pesar de contar con innumerables herramientas que hoy la tecnología nos brinda, a pesar de ver el enorme esfuerzo que se hace en los últimos años para capacitar a los consultores políticos, jefes y estrategas de campaña, este malestar que se ve en las calles en distintos países de nuestra región, nos demuestra que la desafección política no para de crecer, uno siempre cree que mañana podría ser hasta peor, Latinoamérica es una olla de presión.

Vivimos en una sociedad compleja, altamente desconfiada, altamente polarizada, una sociedad enojada y nerviosa por las innumerables crisis políticas y sociales y ahora también de salud y educación desde que el Covid_19 llegó a nuestra región.

Es algo que uno no debe dejar pasar por alto al momento de entrar en la arena política y al momento de construir una marca política.

El branding político es todo lo que implica el proceso de construcción de la imagen con la que se asociará a los candidatos o gobiernos, es también el proceso durante el cual la administración y coordinación de activos disponibles y recursos debe ser apropiada y eficiente para que el candidato adquiera valor y sea percibido de manera positiva.

¿Por qué es tan importante?

El branding político trabaja para transformar a un candidato en, la opción número uno dándole una imagen real y coherente.

Inspirada en el principio que Andy Stalman mencionaba en Brand Off On, pienso que lo que le da consistencia a una marca en política también tiene que ver con las 5 Cs del Branding, es decir:

Contenido, Confianza, Consistencia, Coherencia y Constancia.

1. Constancia: En política, todo lo que vale la pena toma tiempo y una marca se construye día a día, en este sentido, es muy importante mantener un ritmo de trabajo constante.

Parte de la estrategia es crear un calendario para nuestros contenidos, para nuestras publicaciones, para nuestras actualizaciones, para su monitoreo, etc.

2. Coherencia: Gran parte de la desafección tiene que ver con la falta de coherencia de la clase política, esta cualidad que pocos políticos tienen hace que las cosas sean más complejas. En las 48 leyes del poder de Robert Greene, la ley nº 5 establece que «casi todo depende del prestigio y hay que defenderlo a muerte».

Por lo que cuando un candidato, un político pierde esta cualidad, pierde el poder de su marca, se hace vulnerable a los ataques de los adversarios, deja de ser proactivo para ser ya solo reactivo y lo peor la gente le quita su confianza.

3. Consistencia: Consiste en dar solidez a la marca de un político, en este punto hay que trabajar mucho con los atributos y los arquetipos del candidato.

4. Confianza: Es vital para la construcción de una marca en política, porque por un lado, nos  permite conectar con el ciudadano y por otro lado, nos ayuda a  fortalecer el vínculo entre nuestro candidato y el ciudadano.

La confianza es la base de toda relación y en política lo es aún más. Aquí es donde juegan un gran papel las redes sociales y el marketing político 2.0, porque nos ayudan a crear esta sensación de cercanía.

5. Contenido: Lo que le da poder a la marca de un candidato, o de un político es indudablemente su historia, por lo tanto hay que contar esa historia, contar lo que lo hace especial y lo diferencia de los demás, esa construcción del mito en la política es algo que le da poder a la marca y cómo lo contamos puede marcar la diferencia.

El storytelling por ejemplo nos ayuda a contar historias que conectan con las emociones de nuestros seguidores, es un formato fantástico que nos permite conseguir el Engagement a pesar de la infoxicación y la desafección en nuestra actual coyuntura ya que la narrativa tiene sus fortalezas para construir relatos que puedan instalar un marco referencial en el público.

Para producir un storytelling de impacto, hay que tomar en cuenta por ejemplo el enmarcado dominante en la comunicación del público objetivo. ¿Cómo asimila nuestro discurso y qué significado le otorga a nuestras palabras nuestro segmento, o diversos segmentos seleccionados? ¿Cuáles son los enmarcados existentes sobre los temas que queremos enfocar? ¿Cómo aplicar el marco de valores a las palabras utilizadas?

Referancias.

Claves para un Branding de éxito: www.nuntiumcomunicacion.com

Branding Político: El secreto detrás de los grandes

www.grupoendor.com/branding-politico

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