Noticias Analizadas

El gobierno de las expectativas.

Las elecciones de los gobiernos jamás vienen solas, entre acarreos, compra de voluntades y de mas conceptos antidemocráticos, vienen la esperanza y junto con ella la expectativa de quienes, al emitir su voto, no solo buscan la representación, también la solución a sus diferentes problemas.

El pasado 6 de junio en Michoacán, la gente no solo fue a votar, fue a poner la responsabilidad del cambio en quien profesa la transformación de México (aunque a 3 años de gobierno a un no pueda entenderse que se esta transformando).

No me importa herir susceptibilidades, usted ha leído perfectamente, la gente fue a votar en Michoacán por el presidente de la república, la gente voto por modificar el status del gobierno actual, para dar entrada al partido presidencial.

¿A poco cree que Bedolla (actual gobernador electo) gano una elección en el Estado justo cuando no pudo ni resultar electo internamente para la candidatura por Morelia? el cuento, se cuenta solo.

Pero a mi modo de ver, tal vez no se han medido las expectativas de la gente en la magnitud en que se encuentran, Bedolla recibirá un Estado quebrado (así lo demuestra la falta de pagos a sus trabajadores), un Estado que tiene al 50% de su población en el país vecino del norte, un Estado con un 70% de su población productiva en la economía informal, un Estado con altos niveles de delincuencia en donde hay municipios enteros secuestrados por el crimen organizado, un Estado que cuenta con el 46% de su población en alguna situación de pobreza, un Estado con rezago educativo y con falta de proyección política, cultural y económica.

Y recapitulando un poco, el pasado 6 de Junio había en la boleta dos posibilidades de elección, el status que mantiene lo ya mencionado (PRI, PAN PRD) y lo digo así porque el candidato era del propio grupo del gobernador actual (el que ha logrado la lista nada ejemplar) y del otro lado estaba el candidato de la famosa Cuarta Transformación, quien sin importar el mono resulto ganador haciendo evidente su contraposición respecto del candidato tripartita.

La expectativa es un elemento natural de quien se encuentra esperanzado, constituye en términos precisos la creación de triunfos, de ídolos, pero también de fracasos y de villanos. El gobernador electo, que esta a pocos días de tomar protesta debe entender que el lleva consigo una responsabilidad del tamaño de uno de los Estados más productivo de nuestro país, en sus hombros vienen tantas esperanzas como jamás se habían visto.

Este nuevo gobierno tiene que iniciar un plan de acción de 100 días que este ampliamente vinculado con resolver tres problemas, la inseguridad en tierra caliente, la nomina de los trabajadores estatales y la reactivación económica post COVID. Si de lo contrario, comienza dejando ver que Silvano le dejo un basurero y todo lo que no se hizo con anterioridad por los gobiernos neoliberales y lo que se hizo mal por los mismos, bueno, esa cantaleta ya nos la sabemos; todos los días tiene repetición desde Palacio Nacional, y los resultados aun no aparecen. El problema es que Michoacán ya no puede esperar más

Este gobierno que esta por empezar, es el gobierno de las más altas expectativas. Quien esta por ponerse al frente del mismo, debe entenderlo y asimilarlo desde ahorita, de lo contrario, dejará de manifiesto que el día en que resulto ser el sustituto del Profesor Morón para la candidatura, solo le invadió una duda en su mente: “¿y si gano, qué?


Compartir

vistas: 223

Síguenos