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Retorno a clases, ¿es posible?

Preámbulo

La decisión de regresar a las aulas debe estar fundamentada técnica, médica y profesionalmente. Está de por medio la salud y la vida de las y los niños, adolescentes y jóvenes, así como también del personal docente y administrativo de las escuelas.

Según una encuesta realizada por “El Financiero”, el 62% de los mexicanos está en desacuerdo con el regreso a clases; por ello, en COPARMEX comprometidos con recuperar la confianza para el regreso a clases seguro, analizamos esta situación para identificar si es pertinente el regreso presencial a clases y las condiciones mínimas requeridas para que esto pueda ser posible; sobre todo, cuando el país enfrenta una tercera oleada de contagios por la variante Delta del COVID-19. Deseamos frenar el rezago educativo y el aislamiento que afecta a los niños pero, al mismo tiempo, garantizar su salud, la de sus familias y sus maestros.

El impacto económico de la pandemia en el sector educativo

  • Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI (incluye empleo formal e informal) en el sector educativo, desde el inicio de la pandemia, se han perdido más de 98 mil empleos, lo que implica una caída de (-)14.0% respecto a los trabajadores asegurados en el IMSS en el sector en febrero 2020. Es importante destacar que el sector educativo fue el número 6 con mayor caída proporcional desde el inicio de la emergencia sanitaria.
  • De igual forma, en el último año (1er trimestre 2020 vs. 1er trimestre 2021), el subsector de comercio al por menor y ambulante de papelería tuvo una reducción del (-)17.9% en sus niveles de empleo.
  • Se han perdido 8 mil 920 empleos de trabajadores asegurados en el IMSS en el sector de papelerías. Esto implica una caída de (-)11.8% respecto a los trabajadores asegurados que había en el sector en febrero de 2020.

El impacto de la pandemia en los niños y jóvenes

La afectación en el proceso de aprendizaje y el debilitamiento de la motivación entre el alumnado son patentes y ponen al sistema educativo en una situación de urgencia.

La evidencia confirma que la brecha educativa se ha ampliado entre los estudiantes de escasos recursos y aquellos que cuentan con herramientas a su alcance:

  • Los estudiantes con bajos recursos no han podido adquirir dispositivos electrónicos para tomar clases en línea; también existen casos donde en un hogar con varios niños se comparte un solo dispositivo.
  • Estudiantes mujeres han tenido que hacerse cargo del cuidado de sus hermanos menores o de atender las labores de casa.
  • Estudiantes que viven en zonas sin conectividad no han podido tener contacto con sus maestros.
  • Jóvenes varones han tenido que incorporarse a la vida laboral para apoyar al gasto familiar, abandonando su proceso educativo.
  • Alumnos tuvieron que modificar su actividad académica debido a que en su hogar hubo uno o más familiares enfermos de COVID-19.
  • Datos de la OIT evidencian que un 9% de los jóvenes podría abandonar definitivamente sus estudios.
  • El INEGI señala que de los 33.6 millones de estudiantes en el ciclo 2019-2020, 738.4 mil no concluyeron el ciclo escolar. A ello se suman los 5.2 millones de personas que se encuentran entre los 3 y 29 años de edad que no están escolarizados en ningún nivel educativo.
  • De acuerdo con datos de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, entre abril de 2020 y  junio de 2021, en el país han fallecido 569 menores de 18 años por el COVID-19.
  • Según datos del INEGI, el COVID-19 se encuentra entre las principales causas de muerte de los 0 a los 14 años.
  • La variante Delta es doblemente más transmisible que el virus original, está atacando más a los jóvenes y a los niños por ser población no vacunada y estar expuestos a una mayor movilidad.

Nuestro planteamiento

Para que el eventual regreso a clases sea seguro, COPARMEX propone al menos las siguientes acciones:

  1. Creación de una Mesa permanente con la autoridad educativa. Donde todas las voces sean escuchadas (especialistas médicos, sindicatos, investigadores, académicos, padres de familia, maestros, directivos, supervisores, alumnos y autoridades estatales).
  2. Protocolos específicos con elementos que no pueden faltar y recomendaciones complementarias cuya aplicación requiere de la dotación de recursos específicos para su implementación. Insistimos, se requieren protocolos para los traslados de los estudiantes, su estancia en aulas, en espacios abiertos, y de detección y trazabilidad de contagios.

Los protocolos son:

  • Uso obligatorio de cubrebocas.
  • Garantizar condiciones de distancia social y de ventilación permanente en los espacios de la escuela.
  • Instalaciones hidráulicas funcionales que permitan el lavado frecuente de manos.

Recomendaciones complementarias:

  • Buscar traslados seguros de los estudiantes de su casa a la escuela (se calcula que este es el tramo de más riesgo por el uso de transporte público).
  • Contar con el profesorado vacunado y capacitado.
  • Tener dispositivos y materiales para sanitizar.
  • Uso escalonado de los espacios comunes para evitar aglomeraciones.
  • Contar con equipos para medir el CO2 en las aulas y evitar así la concentración de aire contaminado, especialmente en entidades con temperaturas extremas que requieren aulas cerradas.
  • Continuar con el modelo híbrido de trabajo y crear un programa para la atención de estudiantes vulnerables.
  • Contar con un protocolo de detección de casos COVID-19 y para la aplicación de pruebas aleatorias.
  • Llevar a cabo el rastreo de contactos en combinación con la cuarentena y el aislamiento en casos positivos.
  • Amplia difusión de los protocolos a toda la comunidad educativa.
  1. Debe ser voluntario, gradual y con margen para la auto-gestión. COPARMEX aplaude que el gobierno reconozca la capacidad de gestión de las escuelas, esto es necesario para que cada plantel determine sus horarios, sus espacios, su diagnóstico, y se les dote de recursos. No es el mismo contexto el de una escuela preescolar que el de una secundaria, es importante que los directores logren acuerdos con sus maestros.
  2. Escuelas con presupuesto suficiente y equipadas. El gobierno debe garantizar que las escuelas cuenten con los materiales necesarios en materia sanitaria (geles, cubrebocas, termómetros, agua y jabón como los mínimos indispensables). Además, es recomendable que los maestros cuenten con computadora, videocámara y conectividad a internet para atender a los alumnos a distancia.
  3. Aprovechar la experiencia internacional. Es fundamental conocer la realidad de otros países. Según un informe de la Academia Estadunidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños de Estados Unidos, casi 72 mil menores en ese país dieron positivo a Covid-19 solo en la última semana. Esto representó un crecimiento exponencial en el número de contagios, que registraba 39 mil casos hace un par de semanas.  De acuerdo con el informe, el 19% de todos los casos de COVID-19 en ese país fue en menores de edad, es decir, casi uno de cada cinco personas infectadas en los últimos días. Aunque los casos con síntomas graves son poco comunes, eso no quiere decir que los niños no se conviertan en transmisores de la enfermedad y aún se siguen investigando las secuelas que el virus pudiera tener en su salud y desarrollo futuros.
  4. Los menores de edad también deben ser contemplados en el Plan Nacional de Vacunación.  Por las razones comentadas con antelación y gracias a los estudios médicos recientes se confirma la necesidad de vacunar a los menores de edad contra el COVID-19. Países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Perú ya comenzaron a hacerlo a los menores de entre 12 y 17 años.

Nuestro llamado

En COPARMEX deseamos el bienestar de los niños y jóvenes, de los padres de familia y de los docentes del país. Creemos que el regreso a clases es posible siempre y cuando se cuente con las condiciones para que sea seguro.

La vacunación es actualmente la principal estrategia de prevención de salud pública para combatir la pandemia del COVID-19, pero es indispensable que se contemple a los menores de edad y que no se abandone o subestime la implementación de medidas complementarias para reducir la propagación del virus. Si queremos que el retorno a las aulas sea exitoso debemos poner a la salud por delante y garantizar las condiciones para que todos tengamos confianza.

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