Los líderes políticos, así como cualquier otra persona como tú o como yo, de forma consciente o inconsciente, tenemos un branding que hemos construido a lo largo de nuestra vida, todos hemos ido dejando una huella o marca en las personas con quienes hemos convivido, tanto presencial o virtualmente, ¿qué es lo mejor?, hacerlo de forma consciente y bajo objetivos plenamente identificados.
Recordemos que el branding es, de acuerdo con Philip Kotler, el padre de la mercadotecnia moderna, el proceso de construcción de una marca, y que Tom Peters acuñó en los noventa, el término “marca personal”, pero ¿qué tiene que ver esto con Adolf Hitler?.
El pasado 9 de julio se estrenó en la plataforma de Streaming, Netflix, la serie documental “How To Become A Tyrant” o Cómo convertirse en un tirano, donde, en una primera temporada, se narra de forma breve, y algunos opinan que, sin rigor ni profundidad de análisis, la forma en cómo seis dictadores llegaron al poder, a manera de un Compendio de la Tiranía, una a una, se van mostrando las “lecciones” para quien “aspire” a convertirse en uno.
La serie es producida por Netflix, y cuenta con la producción ejecutiva de Johan Bekhor, Jonas Bell Pasht, David Ginsberg y el actor de Juego de Tronos, Peter Dinklage, quien es el narrador de las historias (Albertini, 2021).
Si bien es cierto que no es agradable ver y escuchar los desmanes que cada uno de los protagonistas provocaron en sus territorios y a la gente, también es cierto que podemos seleccionar algunos elementos que podríamos usar a nuestro favor, sobre todo, por personas con capacidad e inteligencia para gobernar, pero con la humanidad que a aquellos personajes les faltó.
La historia de Adolf Hitler narra la forma en cómo, un artista y paisajista fracasado se convirtió en un líder poderoso que movió a las masas, ¿cómo lo hizo?, más aún, cuando opinaban de él que era un mediocre, débil y de manos sudorosas. Aquí van las lecciones que podemos aprender.
Táctica 1. Creer en sí misma/o
En la serie se afirma que Hitler recibió, mientras combatía en la Primera Guerra Mundial, mensajes que le indicaban su destino, incluso, sobreviviendo “milagrosamente”, entonces supo cuál era su misión y se encaminó hacia ella sin que nada lo distrajera de su objetivo, llegando a lo que históricamente, ya todos conocemos.
Por lo tanto, es importante tener un objetivo o misión de vida, ¿deseas ser servidor público?, ¿Cuál es tu por qué?, sólo auto conociéndose profundamente, conociendo el objetivo y no dejando que nada nos aparte de él, se logrará tener una confianza total, como la que Adolf Hitler tuvo 15 años antes de ascender al poder.
Táctica 2. Tener un mensaje que conmueve el alma de las personas, por ejemplo, la indignación
Hitler tomó como bandera la indignación de la sociedad alemana tras haber sido derrotada en la Primera Guerra Mundial, culpando a los judíos de una conspiración, por lo que se presentó como un arquetipo justiciero que no se permitió tener un bajo perfil, al contrario, su mensaje hacia los alemanes era “tus enemigos son mis enemigos”, dio varios discursos ante diversos grupos, siendo ya, el líder del Partido Socialista Obrero Alemán, también llamados los Nazis, perfeccionando cada vez más, sus intervenciones.
Muchos consultores políticos han revelado que todo líder debe encabezar una causa, la cual debe ser genuina y plasmada a través del tiempo, no improvisada, y dicha causa es base para estructurar un mensaje que llegue a los sectores de la población que congenian con ella, no se puede pretender, en primera instancia, convencer a toda la gente, pero hay que comenzar con un grupo de seguidores que compartan la causa y, por lo tanto, el mensaje.
Táctica 3. Ser una persona del pueblo
Lo que la serie traduce como vender al mensajero, Hitler se vendió como uno más de la sociedad que representaba, resaltando su origen humilde, vistiendo uniformes, incluso, adaptando su imagen a la de la mayoría de los hombres del nivel socioeconómico medio bajo con el famoso bigote que lo caracterizó.
En realidad, el origen humilde, aunque es un factor de empatía con la mayoría de las personas, creo que ya no es un punto importante de la narrativa que venda un líder, pues muchos han salido de la pobreza, justo por su incursión en el servicio público, caracterizándose por cometer actos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
Los ciudadanos valoramos más a personas que son auténticas, de valores y que muestran empatía con las causas sociales, independientemente de su origen.
Táctica 4. Diseñar la identidad del movimiento
Se dice que Hitler era un publicista nato, por lo que aplicó una estrategia de mercadeo consistente en definir un símbolo que identificara al movimiento, inclinándose por el uso de la esvática, la cual ya era usada 5000 mil años antes, dicha palabra proviene del sánscrito svatika que significa buena fortuna o bienestar, fue considerado un símbolo sagrado por algunas religiones y a principios del Siglo XX, era símbolo de identidad aria y orgullo nacionalista alemán (United States Holocaust Memorial Museum, s.f.).
A parte del símbolo de la esvática, uniformó a la milicia, y aunque para él significaba sacrificio, deber y obediencia, para los demás significó pertenencia y lealtad.
Así que, darle una identidad al movimiento resulta muy importante para que los seguidores se sientan parte de este, contar con una iconografía que lo posicione en la mente de las personas, por lo que unas buenas estrategias de marketing digital te serán de mucha ayuda.
Aquí es donde sale a escena el polémico Joseph Goebbels, su profundo y leal admirador, quien comprendió el poder de los nuevos medios y su forma de controlarlos, encargándose de la propaganda nazi.
Táctica 5. Formar un equipo
Se dice que, en el juego del poder “nadie gobierna solo” (Córdoba, 2020), así que se debe confiar en un grupo de personas que compartan tu visión y ayuden a respaldar el movimiento.
Hitler contaba en su equipo con un organizador que dirigía y expandía el movimiento, un militar despiadado que ejecutaba sus órdenes, un asistente que llevaba su agenda y documentaba sus palabras para la posteridad, y un héroe de guerra que impresionaba a las élites acaudaladas, así como también, estaba pendiente de identificar “nuevos talentos”, cuyo requisito máximo era que le profesaran lealtad absoluta.
Es innegable que confiar y delegar resulta en grandes beneficios, entre ellos, permitir una redistribución de la carga de trabajo, definir la relación entre el superior y subordinados, es el principal foco de motivación para los colaboradores, además que ayuda a romper con la monotonía y a ganar eficiencia y creatividad (Saiz, 2020).
No es que tengas un equipo como el de Hitler, ¡Por favor, no!, pero sí es importante seleccionar a las personas correctas que compartan tu visión y en quienes puedas confiar plenamente, de ello dependerá el éxito del movimiento que pienses encabezar, y sobre todo, tu inteligencia como líder, pues como bien lo menciona Nicolás Maquiavelo, “Cuando se juzga la inteligencia de un soberano, generalmente nos fijamos primero en el tipo de hombres que le rodean, cuando son competentes y fieles, consideramos que el señor es un sabio, porque ha tenido el talento de medir su capacidad y conservar su fidelidad” (Maquiavelo, 2013 edición)
Táctica 6. Elegir el momento ideal para salir a la luz pública
Existe un tiempo ideal para manifestar preferencias e intenciones políticas, por lo que se requiere tener mucha paciencia, y eso fue lo que le faltó a Adolf Hitler, pues en la recién nacida década de los veinte y siendo líder del Partido Nazi, protagonizó una revuelta que terminó en su encarcelamiento, mientras estaba en prisión, escribió su libro “Mi lucha” donde exponía sus ideas y un manifiesto de la ideología política del nacionalismo alemán.
Su Partido participó en procesos electorales sin obtener ninguna victoria, hasta que en 1933, el Partido Nazi gana las elecciones y Hitler fue nombrado Canciller, y tras la muerte del presidente Paul von Hindenburg, asume el cargo como Jefe de Estado en 1934, comenzando así, una etapa de terror que culminaría con la Segunda Guerra Mundial y el derrocamiento de Alemania.
Pero como podemos ver, pasaron 15 años desde que Adolf Hitler tuvo su visión y llegó al poder.
Existe un concepto que es el timing político, y es el “uso calculado del ritmo, la velocidad y las pausas en la actividad política con vistas a obtener ciertos resultados” (Sánchez, 2013), lo que significa actuar en el momento justo o retirarse a tiempo en situaciones de riesgo.
Pero entonces, ¿cuándo es el tiempo adecuado?, eso es algo que ni siquiera el Compendio de la Tiranía nos dice, hay que observar las coyunturas, ver pros y contras, ver la actuación de otros actores políticos, decidir y arriesgarse.
Juan José Linz, sociólogo y profesor de Ciencia Política, nos da algunas pistas sobre la acción política en términos de elección de tiempos con la siguiente clasificación (Sánchez, 2013):
- Prematura, cuando las condiciones no están dadas para el éxito de una iniciativa.
- Tempestiva, cuando hay condiciones favorables y la iniciativa produce los efectos deseados a un costo muy bajo para quien la realiza.
- Diferida, cuando las condiciones favorables han pasado y poner en marca la iniciativa provoca pérdidas.
- Acto de última hora, cuando se toma la decisión al estar consciente de que el tiempo está pasando y hay que hacer algo frente a una situación de crisis.
- Decisiones superadas por los acontecimientos, son aquellas tomadas a última hora justo antes de la caída de un régimen.
- Intentos de ganar tiempo, que es la falta de acción considerando que, hacer tiempo, facilitará la solución de una crisis posteriormente.
- Cadencia o ritmo, es importante encontrar la velocidad apropiada a un proceso de cambio político.
Así que, elegir el momento ideal para salir a la luz pública, no es una tarea fácil, pero puede ser la diferencia entre el éxito y aprender que no era el tiempo adecuado.
Cómo convertirse en un tirano es una serie ampliamente recomendable, entretenida en su narración y con una recopilación de videos e imágenes que ilustran el pasaje de cada personaje, si eres alguien que aspire al poder, toma nota de aquellos elementos positivos que te ayuden a generar tu branding político, y también de aquellos negativos que sabes que te harán caer en un momento determinado.
Hoy en día, con la ayuda de las TIC, las personas están más informadas, opinan y defienden la libertad de expresión, por lo que necesitamos líderes que sepan cómo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, pero sin llegar a tiranías.
Referencias
Albertini. (20 de julio de 2021). ‘Cómo se convirtieron en tiranos’: Peter Dinklage aborda el manual del dictador en una eficaz serie documental de Netflix. Obtenido de www.espinof.com: https://www.espinof.com/criticas/como-se-convirtieron-tiranos-peter-dinklage-aborda-manual-dictador-eficaz-serie-documental-netflix
Bekhor, J., Bell Pasht, J., Ginsberg, D., & Dinklage, P. (Productores). (2021). How to become a tyrant [Película]. Estados Unidos.
Córdoba, L. (25 de octubre de 2020). “Los enemigos son el resultado de amigos a los que no complacimos”. Obtenido de laotracara.co: https://laotracara.co/nota-ciudadania/nadie-gobierna-solo/
Kotler, P., & Keller, K. (2012). Dirección de Marketing. México: Pearson Educación.
Lozano, F. (20 de julio de 2021). Convertirse en tirano resulta muy simple para Netflix. Obtenido de spoilertime.com: https://spoilertime.com/how-to-become-a-tyrant-netflix-como-se-convirtieron-en-tiranos/
Maquiavelo, N. (2013 edición). El Príncipe. México: Anaya Editores, S.A.
Peters, T. (31 de agosto de 1997). The Brand Called You. Recuperado el 20 de marzo de 2020, de Fast Company: https://www.fastcompany.com/28905/brand-called-you
Saiz, J. (19 de octubre de 2020). La importancia de delegar y los principios de delegación. Obtenido de jorgesaiz.com: https://jorgesaiz.com/blog/la-importancia-de-delegar-y-los-principios-de-delegacion/
Sánchez, J. (2013). Treinta claves para entender el poder. Léxico para la nueva Comunicación Política (Vol. II). México: Piso 15.
United States Holocaust Memorial Museum. (s.f.). Historia de la esvática. Obtenido de Holocaust Encyclopedia: https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/history-of-the-swastika
* Lore Castillo Reyes es docente universitaria, ha sido Community Manager y desarrolladora de sitios web en campañas electorales locales, es Maestra en Gestión Pública Aplicada y Doctoranda en Educación, actualmente estudia la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública además de un Máster en Marketing Digital.
