La elección del domingo pasado nos deja por lo menos 10 lecciones:.
1. La clase media mexicana se atrevió. Este grupo mayoritario de la sociedad salió a votar y mostró que la democracia y las libertades si son una aspiración de las y los mexicanos, no están dispuestos a quedarse pasivos ante las decisiones y políticas que en el mejor de los casos los ignoran, si no es que afectan su presente y futuro. El gobierno no es invencible y se lo demostraron.
2. Las participación ciudadana fue inédita para ser elección intermedia y en plena pandemia, votó más del 52% de los ciudadanos de la lista nominal; desde 1997 no se veía una afluencia de esas magnitudes, lo cual es positivo para la democracia mexicana, pues son los ciudadanos el mejor y más autentico contrapeso del poder.
3. Se trató de una elección plebiscitaria, ciudadanos que nunca se habían atrevido a optar por la alternancia lo hicieron, como en Campeche, y basta ver la cantidad de gubernaturas donde la gente votó por una opción distinta a la actual. La Ciudad de México no fue excepción, después de más de 20 años de ser gobernados por el mismo grupo político, los capitalinos votaron en más de la mitad de las Alcaldías por una opción diferente.
4. Se fortalecen las instituciones electorales. A pesar de que la ciudadanía confía en más del 60% en ellas, desde el principio de las campañas fueron descalificadas y criticadas. El INE y los OPLE´s demostraron que los mexicanos hemos aprendido a organizar elecciones confiables. Destaca el valor cívico de los ciudadanos que estuvieron en las más de 160 mil casillas contando votos y dando certeza a los resultados.
5. La coalición opositora tuvo sus claroscuros, los partidos que la conformaron obtuvieron un beneficio real, fueron competitivos, aunque queda pendiente ver si lograrán resolver sus diferencias ideológicas en la coalición legislativa que anunciaron, pero sobre todo y más importante, si son capaces de presentar a los mexicanos una narrativa y oferta política convincente hacia 2024.
6. La paridad llegó para quedarse y que bueno, los lineamientos establecidos por el INE, a pesar de ser cuestionados y de que algunos partidos intentaron simular, el resultado es positivo, de confirmarse los resultados, México tendrá 6 nuevas gobernadoras, que vendrán a cambiar el rostro de la política mexicana.
7. El fracaso de los partidos oportunistas es evidente, los ciudadanos rechazaron a los tres nuevos partidos, estos no alcanzaron el porcentaje y desaparecerán; obliga pensar en una reforma electoral que les impida querer registrarse nuevamente con otro nombre para las próximas elecciones, como lo hicieron RSP y el PES. Quizá lo único que aún queda pendiente es el límite que los ciudadanos le pongan a partidos que solo lucran con la política, como el PVEM y el PT.
8. La estrategia de los outsiders fracasó, la mayoría de estos personajes que saltaron de la farándula, la comedia y el deporte a la política, perdieron, ello es una muestra positiva de que se puede avanzar hacia la profesionalización de la política, evitando la improvisación que como ya vimos, le cuesta muy cara a las y los mexicanos.
9. La incursión de influencers en la política merecerá un estudio profundo y serio, el caso de la elección de Nuevo León, y la diferencia que marcó Mariana Rodríguez en la campaña de su esposo, Samuel García, para gobernador, nos acerca a nuevos formatos de comunicación política, la pregunta es cuáles deben ser los límites en la ley, para no caer en farsas como la del PVEM.
10. La carrera por el 2024 ya comenzó, si verdaderamente las oposiciones quieren ser competitivos, deberán perfilar a sus gallos desde ahora, pues contenderán no contra el candidato del oficialismo, sino contra un marco discursivo que deberán desmontar si aspiran a ganar.
Nos queda la reflexión sobre la reforma electoral hacia al 2024, en la que deberán incluirse temas como: el modelo de comunicación política, el voto electrónico, la segunda vuelta electoral, la sobre representación parlamentaria y la prevención de la violencia política, entre otros.