Pidió una tregua en campaña para apagar incendios forestales.
Justo en el marco del día International de la Madre Tierra vemos señales claras de que no hemos hecho lo suficiente para proteger el medio ambiente.
Vemos escasez de agua en diferentes puntos de la ciudad, vemos deforestación inmoderada para poder sembrar aguacate o algún otro cultivo, vemos proyectos insuficientes y desorganizados para poder tratar correctamente nuestros residuos sólidos, sentimos una ola de calor insoportable y cada año se vuelve más agresiva por el hecho de no estar reforestando lo necesario.
También es común ver camiones de servicio público y autos particulares contaminando deliberadamente, sin que nadie pueda hacer algo al respecto.
Aunado a esto, nos encontramos en el marco de en un proceso electoral necesario y apegado a los tiempos que marca la ley pero que por tradición suelen ser molestos a los ojos de una gran parte de la ciudadanía por diferentes razones, una de ellas, por tener un común denominador como lo es ser altamente contaminantes, se reparten folletos, lonas de plástico “reciclable”, existe también contaminación auditiva y visual. Todos los candidatos cuentan con brigadas que van de 10 a 50 personas que tienen como tarea mover una bandera, pegar microperforados, calcomanías, hacer perifoneo en las calles, etc.
Por lo tanto propongo que todos los candidatos destinen sólo un par de días, para que gente de esas brigadas acuda de manera organizada a tratar de apagar las llamas en los cerros, hagámoslo por Morelia, por sus bosques; cerros completos se están quemando.
Hagámoslo por Mauricio Hernández Piñón, vecino de la comunidad que falleció como héroe el día lunes, tratando de apagar el fuego.
No importa quién se cuelgue la medalla, todos o nadie. No importa si hay una, cero o mil fotos de candidatos y brigadistas tratando de hacer brechas corta fuegos; lo que importa es ayudar a apagar los cerros.
Como si estuviéramos en guerra y de repente alguien ofreciera una tregua para ir a ayudar por un bien común, acto seguido, volvemos a la batalla electoral.
Jonathan Sanata González.
